Para estar cada día conectado con la presencia de Dios debemos orar. La oración debemos entenderla como un diálogo con Dios, es un acto de adoración, porque al momento de postrarnos reconocemos que Él se merece toda la honra.
- Juan 13:14. Debemos pedir con fe, con la certeza de que recibiremos nuestra bendición, nuestra respuesta la veremos.
- 2 Crónicas 7:14. Confesar con nuestros labios, debemos hacerlo a pesar que Él todo lo sabe y todo lo conoce. Él tiene atentos sus oídos a nuestras plegarias. Cada día debemos buscar a Dios, y cada día debemos estar en constante contacto con el Cielo.
Debemos tener en cuenta que la oración no solo se practica en los templos o las casas, pues también se desarrolla en lugares apartados (cerros, campos, playas, etc). Las dos últimas alternativas son los lugares donde tenemos una mayor cantidad de tiempo para hacerlo. En los templos solo tenemos un espacio reducido de oración.
Consideremos que la oración no es solo pedir, sino también de agradecimiento.
- Mateo 6:6. Debemos entrar en nuestra habitación, es un momento de intimidad.
- Mateo 7:7-8. Pedid para que pueda contestarnos. ¿Cómo se nos van abrir la puertas sino golpeamos ni llamamos?
- Mateo 18:19. La oración de acuerdo tiene un gran poder.
- Filipenses 1:9. Pedir amor, conocimiento. Debemos pedir que Dios nos abra el entendimiento para comprender su palabra.
Orar con fe, certeza y convicción.
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