Hipócrates fue un médico de la antigua Grecia que ejerció durante el llamado siglo de Pericles. Es considerado una de las figuras más destacadas de la historia de la medicina y muchos autores se refieren a él como el «padre de la medicina. Además y basado en la “teoría de lo humores” crea la escuela de las máscaras, que en su tiempo era un honor pertenecer a la escuela de Hipócrates, pues era considerada una persona digna.
Hipócrita: Es el acto de fingir y ostentar, constante o esporádicamente creencias, opiniones virtudes, sentimientos, cualidades o estándares que se exigen en las demás personas, que uno en realidad no tiene o no sigue. La hipocresía en si es un tipo de mentira o pantalla de reputación.
Hoy en día el ser hipócrita es indigno. Todos en un momento hemos sido hipócritas, hemos usado una careta para conseguir algo determinado. El hombre que usa careta es alguien quien las tiene que utilizar a diario.
- Las máscaras sirven para convencer a los demás de algo.
- El que usa máscara es una persona que quiere esconder algo que no quiere que el otro se entere.
- Las máscaras las puede utilizar cualquier persona.
Cuatro caretas que vamos a usar:
1. Máscara de ser adinerado. Esa persona piensa que siendo amigo de alguien importante es alguien, o quien piensa que tiene un gran apellido puede conseguir determinadas cosas y puestos.
2. Máscara de superioridad. La gente debe descubrir quien soy y no debo andar jactándome de qué hago o quién soy. Debo ser quien realmente soy y mostrar a los demás nuestros frutos. Dios a quien se humilla es a quien lo exalta. La gente que se siente superior en su interior es menor a quien se está jactando.
Nuestra humildad debe ser a toda prueba, pese a lo que nos suceda debemos permanecer tal cual somos.
3. Máscara de la víctima. Quien tiene está careta pone por excusa todo lo que suceda entorno a su vida. Con Dios la excusa no debe existir. Accede a tu presente para tener un gran futuro.
4. Máscara de la falsa humildad. Cada vez que usas una máscara haces el ridículo, porque la gente sabe que está mintiendo.
Hay gente porque se ha equivocado la aíslan. Este espíritu no es de Dios. La soledad comienza en nuestra vida cuando nos han aislado. La iglesia debe hacer un cambio en el carácter de las personas para combatir este espíritu.
La iglesia no es un asilo, sino una escuela de alto entrenamiento ministerial, de gente que va a cambiar naciones.
Cuando no cambiamos el mal carácter estamos determinando muros.
El enemigo va a tratar de dividirte o aislarte en cuatro partes:
1. Aislarte de la gente de fe. Aislarte de la gente de iglesia, del compromiso, de la responsabilidad, del discipulado “…pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante” (Eclesiastés 4:10). Satanás procurará atacarte en la soledad, tratara de que estés solo. Hay un tipo de persona que está sola pero es por una cuestión de carácter: tímidos en su relación, es corporativo impiden que exista una relación externa, le cuesta hablar con los demás.
2. Va a tratar de aislarte de la presencia de Dios. Te va hacer creer que la adversidad que esta sufriendo es producto de Dios. Espíritu de Coré está en muchas casas criticando todo lo que se hace. “La rebelión de Coré” (Números 4:16:1 - 4:16:50)
3. Del sueño que Dios te ha dado. No debes olvidar que Dios te ha dado una palabra de bendición que es la que te motiva a seguir avanzando. No dejes que el diablo te aparte de lo que Dios ha dicho que haría contigo y con los tuyos.
4. Aislarte de ti mismo. Este último punto tiene que ver con la doble personalidad que tenemos o que adoptamos según donde estemos. Somos de una manera en nuestras casas y de otro comportamiento en la iglesia. Somos esquizofrénicos, tenemos una mente divida.